De izq. a der. Manuel Mondragón, Victoriano Huerta, Félix Díaz y Aureliano Blanquet.Fuente: Internet.
Los desaciertos políticos del movimiento de Madero causaron su caída. En su poco tiempo en el gobierno –quince meses para ser exactos- Madero enfrentó 4 levantamientos: la de Emiliano Zapata, de Bernardo Reyes, de Félix Díaz y la de Pascual Orozco. Además, soporto la renuncia de varios de su equipo y rechazó a otros que pudieron haberlo llevado por el camino del buen gobierno. Y como estos, tuvo muchos inconvenientes más en su corto gobierno.
En septiembre de 1912 Madero habló durante un brindis, en el cual su tono triste y hasta cierto punto resignado presagiaba el desastre: “Por que si un gobierno como el mío, que ha cumplido honradamente con sus promesas, que ha hecho todo lo que su inteligencia le alcanza por el bien de la república, que ha llegado al poder por el voto casi unánime de todos los mexicanos, como nunca había sucedido, si un gobierno así no pudiese subsistir en México, señores, deberíamos decir que el pueblo no estaba apto para la democracia, que necesitábamos otro nuevo dictador, que viniese con su sable a acallar todas las ambiciones, a sofocar todos los esfuerzos que hacen los que no comprenden que la libertad únicamente puede ser fructuosa dentro de la ley.”
Don Francisco I. Madero confió por última vez y puso la seguridad de las instituciones en manos de Victoriano Huerta. El 18 de febrero se consumó la traición. Un día después el presidente firmó su renuncia. Se dice que lo escucharon decir: Un presidente electo por cinco años, derrocado a los 15 meses, sólo debe quejarse de sí mismo. La causa es ésta, y así la historia, si es justa, lo dirá: no supo sostenerse.”
Mira la cápsula de Madero en Imaginantes*.
Por: Imaginantes*
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