Gaby Brimmer con su máquina de escribir. Fuente: Internet.
Gabriela Brimmer nació el 12 de septiembre de 1947. Tenía parálisis cerebral, pero aún así a los ocho años entró a la primaria del Centro de Rehabilitación Músculo Esquelético; una maestra de esta escuela fue la que la supo impulsar hacia las letras, y ayudó el alto nivel cultural de los padres de Gaby. Ella escribía en una máquina de escribir adaptada especialmente para que lo hiciera con el pie descalzo. Doce años después a la preparatoria número 6. Cuatro años después se matriculó en la Licenciatura en Sociología de la Universidad Nacional Autónoma de México, pero sólo cursó 3 semestres por que por decisión familiar la tuvo que suspender; en 1974 regresó a estudiar Periodismo, pero por falta de facilidades para la gente con capacidades diferentes, sólo cursó dos o tres semestres también. Por ese tiempo adoptó una niña; Gaby ya iba a cumplir 30 años.
En 1980 conoce a Luis Mandoki, cineasta, quien le propone escribir el guión de la película de su propia vida, cosa que le llevó 8 meses hacer. En 1989 fundó con sus amigos la Asociación para los Derechos de Personas con Alteraciones Motoras ADEPAM, I. A. P., en la que dan servicios de Trabajo social, médico, psicológico, fisioterapia, terapia ocupacional, alfabetización, primaria, secundaria y preparatoria en el sistema abierto de enseñanza, intermediación para el trabajo y actividades recreativas y culturales. En 1995 recibió “La Medalla al Mérito Ciudadano”, y al siguiente año fue vicepresidente de la mesa directiva de la Confederación Mexicana de Limitados Físicos y/o Representantes de Deficientes Mentales A. C. En 1997 le dieron el cargo de “Representante del Comité de Mujeres de la región Latinoamericana”. Gaby Brimmer muere en la Ciudad de México el 2 de enero del 2000, a causa de un infarto.
Estas fueron sus palabras como se las dijo a Elena Poniatowska, para el libro “Gaby Brimmer”, que consta de tres largas entrevistas que sostuvo con su madre, Sari Brimmer; con su nana, Florencia Sánchez, y con la porpia Gaby:
“Me gustaría poder decir al final de mi vida
que estuve agradecida de haber vivido
y luchado por una causa noble
como “la libertad del hombre”.
Yo que estoy encadenada a esta silla,
yo que estoy presa dentro de un cuerpo
que no responde.
Haber amado al hijo y al amigo
y cantado canciones cuando se va la tarde”.
Mira la cápsula de Gaby Brimmer en Imaginantes*.
Por: Imaginantes*
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