"Saturno devorando a su hijo" de Francisco Goya, Foto: Internet
En 1819 Francisco Goya compró una casa con finca situada entre las actuales calles de Juan Tornero, muy próxima al arranque del Paseo de Extremadura en Madrid y a la finca se la llamó la Quinta del Sordo, por la conocida capacidad diferente del artista.
El pintor vivió en ese lugar hasta 1823, donde quizá pasó la época más oscura y trágica de su vida.
Los vecinos cuentan que en la casa pasaban cosas raras y que supuéstamente había fantasmas; fantasmas que pintaba Francisco Goya en las paredes de su Quinta y en sus lienzos.
La finca se demolió años después de que dejara de habitarla el gran Goya, pero se dice que los fantasmas todavía buscan la pintura a la que pertenecen.
Por: Imaginantes*
Fuente: www.mitosyleyendas.com
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